El post siguiente no es mío, sin embargo, encontré que la información es bastante explicativa, a modo introductorio, con respecto al documental que les deseo mostrar. Espero lo disfruten.
Luego están los yoguis Tibetanos (hombres y mujeres), particularmente representados por el más famoso yogui de todos, Milarepa.
Milarepa nunca se convirtió en monje. Su inspiración surgió directamente de la tradición Budista de los 84 Mahasiddhas de
la India. Era un joven que, para vengarse del daño causado a su madre,
primero se inclinó hacia la magia negra. Se menciona que a través de la
magia negra logró matar a los enemigos de su madre. Esto le condujo a un
profundo sentido de arrepentimiento, que sólo Marpa, el traductor, pudo
eliminar consiguiendo que Milarepa llevara a cabo actos de severa
penitencia.
Después de mucho dolor y dificultades,
Milarepa se liberó de su remordimiento. Más tarde, Marpa instruyó a
Milarepa en la práctica secreta de Çandali (ver Los Seis Yogas de Naropa). Esta práctica tántrica, heredada de los Siddhas de
la antigua India, envuelve una seria de ejercicios espirituales que
trabajan directamente con los nervios y las energías psíquicas del
cuerpo y la mente. Tras elevar el Çandali hasta la coronilla, el yogui
es rápidamente absorbido en el trance del Samadhi. Con la adecuada
instrucción y guía, esto también puede ser denominado como “la vía
rápida” hacia la iluminación. Sin embargo, es un camino con ciertos
peligros psicofísicos, que deben ser cuidadosamente sorteados.
Habiendo recibido instrucciones en la
práctica Çandali, Milarepa pasó varios años como un yogui, vagando de un
lugar a otro en las montañas Himalayas, viviendo en cuevas mientras
practicaba la meditación.
El estilo de vida de los yoguis y
yoguinis, ejemplificado por Milarepa, ha sido desde entonces imitado por
innumerables tibetanos durante muchas generaciones. Jóvenes hombres y
mujeres, siguiendo a un Lama, se han internado una y otra vez en la
montañas o en la naturaleza, buscando allí la Iluminación, sumergiéndose
plenamente el la vida espiritual.
La vestidura de Milarepa era simplemente
una prenda de algodón blanca. Aun así, vivió y viajó a través de los
más dificultosos terrenos conocidos por el hombre, con la muerte en los
talones en pleno invierno. Sólo su maestría suprema sobre la mente y el
cuerpo hizo que él pudiera sobrevivir bajo dichas condiciones. A este
respecto, él era excepcional, aunque otros yoguis han tomado rutas mucho
más fáciles.
Milarepa permanece a la cabeza de la
corriente de la presente tradición monástica Kagyu. Él no era un monje,
pero su influencia en la vida monástica Kagyu es tremenda. Una vez que
monjes y monjas se dieron cuenta de que originalmente el Buda propuso
para ellos dedicar sus vidas a la meditación, y que se revivió la
tradición meditativa en los monasterios, quienes en el pasado los
abandonaron para perseguir la experiencia de los Siddhas en los
bosques, ahora han regresado a aquellos donde la meditación ha seguido
siendo practicada. Los monasterios Kagyu en el Tibet se hicieron famosos
como centros donde, como en los tiempos de Buda, podía adquirirse la
verdadera Iluminación.
Documental: Los yoguis del Tibet. (Subtitulado al Español)
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