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martes, 5 de agosto de 2014

Grandes Maestros: Anagarika Dharmapala


Fué un 29 de Abril de 1933 que, contemplando el Mulagandakuti Vihara, Anagarika Dharmapala falleció, a la edad de 96 años en Saranath.

Nació el 17 de Septiembre de 1864 en el seno de una familia rica e influenciada por el budismo, reconocida por su compasión y generosidad. Nombrado Don David, de acuerdo a la moda de la época, fué a la escuela de St. Thomas, una escuela misionera donde cursó sus estudios con diligencias.

Su madre, la señora Mallika Hewavitarne ejerció una influencia saludable en la configuración de su actitud hacia el modo de vida budista; él también cayó bajo la
benigna influencia de dos de los más grandes sabios budistas de su tiempo, el Ven. Hikkaduwe Sri Sumangala Nayaka Thera y el Ven. Migettuwatte Sri Gunananda Thera.

Cuando tenía 16 años, se encontró con el coronel Olcott y Madame Blavatsky en 1880 y comenzó a tomar un interés en la Teosofía expuesta por ellos. Cuándo El coronel Olcott y el Sr. CW Leadbeater llegó a Sri Lanka en 1886 para recaudar fondos para el Fondo para la Educación budista, Don David Hewavitarne
renunció a su puesto de trabajo en el Servicio de Gobierno y recorrió la isla con el coronel
Olcott en su campaña para las escuelas budistas.

Este fue el comienzo de la carrera única del Anagarika Dharmapala. Se preparó para la gran tarea que tenía por delante mediante la adquisición de un sólido conocimiento de cingalés, Inglés y del Pali, idiomas y escrituras budistas.

Su tour por Sri Lanka fue una revelación. Vió la creciente degeneración de su pueblo y su espíritu se rebeló en su interior. Se apoderó de él una fervor patriótico para lanzar una cruzada que regenerara
la raza y pudiese revivir su religión. Renunció a su nombre extranjero Don David e inmediatamente adoptó Dharmapala que significa "Protector del Dharma".
Dharmapala estaba convencido de que cualquier movimiento por la emancipación de la gente tendría que ir de la mano con la reactivación de la cultura nacional, la tradición budista. Firme a sus convicciones comenzó su campaña con el objeto de infundir en los hábitos y pensamientos de sus compatriotas sus ideales de un renacimiento nacional. Incluso incluye una reforma de la vestimenta, deploró el uso de nombres extranjeros, expuso las deficiencias de la Sangha de su tiempo.
Llevó su mensaje de pueblo en pueblo agitando el puño rebelde aún en la cara del entonces poderoso Imperio Británico. Fue, de hecho, un acto muy valiente para
aquellos tiempos. Al ver los estragos que trajo en el país la producción y venta de licor se lanzó con valentía contra este a través del "Temperance Movement" atrayendo la atención de la
los líderes nacionales.

El renacimiento del budismo en su isla natal no era más que un preludio de su dedicación a la labor misionera. Generó una gran impresión en el Parlamento de las Religiones celebrado en Chicago en 1893. Estudiante de toda la vida de la filosofía y la religión comparada a convertirse en un budista.
En una ceremonia sencilla tomó los cinco preceptos administrados a él por Dharmapala. Fué el primero en ser admitido budista en Suelo americano.

Dharmapala ya no estaba pensando en términos de su propio país y su persona. Dentro de su visión apareció la India, el lugar de nacimiento de su fe, Honolulu, Japón, América, Europa y las Islas Británicas.
Su trabajo en la India es, sin duda, el más grande, no sólo por los resultados alcanzado, sino también por su importancia para el futuro del mundo.
Cuando Anagarika visitó la India en 1891, por primera vez, él no encontró ni un solo budista en esos lugares sagrados como Buddhagaya, Saranath, Kusinara
y Lumbini santificado a los pies del Bendito. Incluso el nombre de Buda estaba completamente olvidado.
La inspiración para trabajar por el resurgimiento del budismo en la India llegó a él en Buddhagaya. Había ido allí como peregrino, pero cuando vio el descuido de las condiciones del lugar, su naturaleza sensible lo hizo llorar. Ahí mismo hizo un voto que no iba a abandonar el lugar y que trabajaría para la
restauración de tan santo lugar como Buddhagaya donde el Señor Buda alcanzó la Sabiduría Suprema.
Lo primero que tenía que hacer frente era que el Templo Buddhagaya estaba en manos de la Saivite Mahant de Buddhagaya cuyos predecesores habían usurpado algunos siglos antes, cuando los budistas habían sido obligados a abandonar el lugar debido a la invasión musulmana.

Tras fracasar los acercamientos amistosos a la Mahant, tuvo que recurrir a los tribunales cuando algunos de los monjes que se habían ubicado en el lugar fueron agredidos. Este caso se hizo famoso en todo el mundo, ya que ayudó a abrir los ojos de los Budistas al más sagrado de los santuarios.

Estableció en Calcuta, la entonces capital de la India, la sede de la "Maha Bodhi Society" desde donde inició la revista inglesa "Maha Bodhi". Editado por Anagarika Dharmapala se convirtió en un importante vehículo para la difusión del Dhamma en todo el mundo.

El próximo interés de Anagarika estaba en el Saranath donde el Buda predicó su primer sermón. El lugar apestaba a basura y suciedad, ya que fue utilizado por la comunidad para la cría de cerdos. Compró un terreno
y construyó una casa de descanso, estableció una escuela y puso a un monje. Después de muchos años de esfuerzo en 1931 tuvo éxito en la realización de la magnífica Mulagandakuti Vihara.

En julio de 1931, Anagarika fue ordenado como un Bhikkhu con el nombre de Sri Devamitta Dharmapala. Los budistas de Sri Lanka lo recuerdan con veneración y profunda gratitud como un ardiente nacionalista, un reformador social y sobre todo, como un misionero budista que llevó de vuelta a la India la Luz del Dhamma que el Arahat Mahinda habría traído a Sri Lanka durante 2000 hace años.

Sir Baron Jayatillaka rindió homenaje a Anagarika Dharmapala cuando su cenizas fueron traídas desde Colombo a India dijo: "Sin duda, fue Anagarika Dharmapala quien provocó la regeneración nacional en
Ceilán. Él mostró el camino y otros lo siguieron. De hecho, puede decirse que no ha habido en Ceilán en los últimos dos o tres siglos, un líder nacional que sirvió a su pueblo y su religión con tanto autosacrificio, unidad de propósito y altruismo como el Anagarika Dharmapala ".

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