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miércoles, 9 de octubre de 2013

Virabhadrasana I (Iyengar)

Sucedió en otro tiempo que Daksa celebró un gran sacrificio, pero no invitó a su hija Sati ni al marido de ésta, Siva,  jede de los dioses. Acudió sin embargo Sati al sacrificio, mas, viéndose grandemente humillada e insultada, se arrojó al fuego y pereció. Al enteresarse Siva de ello, sintiendose profundamente ofendido, arrancose un pelo de la poblada cabellera y lo arrojó al suelo. Al punto surgió un poderoso héroe llamado Virabhadra que se puso a sus órdenes, recibiendo el encargo de enviar el ejército como un huracán en medio de la asamblea de Daksa, destruyó el sacrificio, puso en fuga a los sacerdotes y a los otros dioses y decapitó a Daksa. Siva, apesadumbrado por lo ocurrido a Sati, se retiró a Kailas, donde se sumió en una profunda meditación. Sati, reencarnada como UMA en la casa del Himalaya, se esforzó de nuevo por obtener el amor de Siva, de quien finalmente conquistó el corazón. Tal es la historia segpun la cuenta Kalidasa en su gran poema Kumara Sambhava (El nacimiento del señor de la Guerra).

Esta asana está dedicada al poderoso héroe que Siva creó a partir de su espesa cabellera.



TÉCNICA
1.- De pie en Tadasana.
2.- Levante ambos brazos por encima de la cabeza y, una vez extendidos, junte las palmas de las manos.
3.- Tome una inspiración profunda y de un salto separe las piernas lateralmente entre 120 y 130 centímetros.
4.- Espire y gire hacia la derecha, al propio tiempo que gira el pie derecho 90° hacia la derecha y el pie izquierdo gira lentamente en la misma dirección. Flexiones la rodilla derecha hasta colocar el muslo derecho paralelo al suelo y la tibia derecha perpendicular, formando un ángulo recto entre pantorilla y muslo derecho. La rodilla flexionada no debe situarse más allá del tobillo, sino en la vertical del talón.
5.- Estire la pierna izquierda y tense la rodilla.
6.- Cara, pecho y rodilla derecha deben estar orientados en el mismo sentido que el pie derecho, como indica la figura. Gire la cabeza hacia arriba, estire la columna vertebral desde el coxis y dirija la mirada hacia las palmas de las manos unidas.
7.- Mantenga la postura de 20 segundos a medio minuto respirando normalmente.
8.- Repita la postura hacia el lado izquierdo como en las posiciones 4 a 6, invirtiendo todo el proceso.
9.- Espire y de un salto vuelva a Tadasana

Si bien todas las posturas de pie requieren esfuerzo, ésta lo requiere en particular. No deberán por tanto realizarla aquellas personas que tengan el corazón delicado. Incluso las personas fuerte no deben permanecer mucho tiempo en esta asana.

EFECTOS
En esta postura el pecho se expande totalmente, lo que facilita la respiración profunda. Disminuye la rigidez de los hombros y la espalda, tonifica los tobillos y las rodillas, y cura la rigidez del cuello. Reduce, asimismo, la grasa de las caderas.
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