"Asana significa postura, esto es, el arte de colocar el cuerpo como totalidad en una actitud física, menta y espiritual. Toda postura entraña dos aspectos, a saber, posar y reposar. Posar significa acción. Es asumir una posición fija de miembros y cuerpo como aparece representada al ser realizada el asana en particular. Reposar significa reflexión en la postura. La postura es reconsiderada y reajustada a fin de que los distintos miembros y partes del cuerpo se hallen colocados en su lugar en correcto orden, sintiéndose descansados y aliviados, para que así la mente pueda experimentar la tranquilidad y la calma de los huesos, las articulaciones, los músculos, las fibras y las células.
Al reflexionar sobre qué parte del cuerpo está trabajando, que parte de la mente está trabajando y que parte del cuerpo no ha sido penetrada por la mente, hacemos que la mente cobre la misma extensión que el cuerpo. Así como el cuerpo se contrae o se extiende, también la inteligencia se contrae o extiende para llegar a cada parte del cuerpo. A eso se denomina reposar; eso es sensibilidad. Cuando dicha sensibilidad se halla por igual en contacto con el cuerpo, la mente y el alma, nos hallamos en un estado de contemplación o meditación que se denomina asana. Las dualidades entre cuerpo y mente, y mente y alma, son vencidas o destruidas.
La estructura del asana no puede cambiar, ya que cada asana es un arte en sí misma. Se ha de estudiar cada asana aritmética y geométricamente, a fin de que la verdadera forma del asana sea revelada y expresada en su presentación. La distribución del peso del cuerpo debería ser uniforme en los músculos, huesos, mente e inteligencia. La resistencia y el movimiento han de estar en concordancia. Aunque el practicante sea un sujeto y el asana un objeto, el asana debería volverse el sujeto y el practicante el objeto, de modo que, antes i después, el practicante, el instrumento (cuerpo) y el asana se vuelvan uno."
Al reflexionar sobre qué parte del cuerpo está trabajando, que parte de la mente está trabajando y que parte del cuerpo no ha sido penetrada por la mente, hacemos que la mente cobre la misma extensión que el cuerpo. Así como el cuerpo se contrae o se extiende, también la inteligencia se contrae o extiende para llegar a cada parte del cuerpo. A eso se denomina reposar; eso es sensibilidad. Cuando dicha sensibilidad se halla por igual en contacto con el cuerpo, la mente y el alma, nos hallamos en un estado de contemplación o meditación que se denomina asana. Las dualidades entre cuerpo y mente, y mente y alma, son vencidas o destruidas.
La estructura del asana no puede cambiar, ya que cada asana es un arte en sí misma. Se ha de estudiar cada asana aritmética y geométricamente, a fin de que la verdadera forma del asana sea revelada y expresada en su presentación. La distribución del peso del cuerpo debería ser uniforme en los músculos, huesos, mente e inteligencia. La resistencia y el movimiento han de estar en concordancia. Aunque el practicante sea un sujeto y el asana un objeto, el asana debería volverse el sujeto y el practicante el objeto, de modo que, antes i después, el practicante, el instrumento (cuerpo) y el asana se vuelvan uno."
Fuente: el árbol del yoga.
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