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miércoles, 1 de enero de 2014

Prana mudra O shanti mudra

Prana Mudra (más conocido como shanti mudra) es un pranayama muy completo. Más allá de su aspecto pránico- del control de las energías sutiles del cuerpo-, pertenece también a la categoría de los <<mudras>> o gestos simbólicos, es decir, expresiones corporales que tienen una resonancia psíquica. Más aún que los asanas, este ejercicio pide ser estudiado con cuidado, respetando literalmente las indicaciones.
 

TÉCNICAS
Posición de partida:

Clásicamente, esta posición debería ser el Loto, con exclusividad. Sin embargo, para los occidentales que no hayan dominado aún Padmasana, conviene Siddhasana , o incluso Vajrasana. Como última concesión (temporal, no para siempre) puede practicarse sobre una silla. Las manos se colocan (superpuestas) en el regazo, las palmas hacia arriba. Es indispensable que la columna vertebral se mantenga muy derecha.

EL EJERCICIO PROPIAMENTE DICHO
 
Se trata de un pranayama, pues, combinado con movimientos de los brazos y manos.
Veamos primero, en resumen, cómo se desarrolla Prana Mudra:

-durante la inspiración, lenta y cómoda, las manos abandonan el regazo y se elevan al tiempo que los pulmones se llenan; los brazos se abren cuando los pulmones están llenos;

-después de una retención del aliento con los pulmones llenos, las manos vuelven lentamente a su posición de partida quedando en el regazo al término de la espiración.

En cada una de estas fases, debe respetarse escrupulosamente todos los detalles de la ejecución. ¡No se apresure! Estudie con cuidado, detalle por detalle, todas las indicaciones; cada una tiene su profunda razón de ser. El tiempo que consagre a este estudio será largamente compensado por los mayores beneficios que recogerá de su práctica.

PRIMER TIEMPO DE EJECUCIÓN (partida con los pulmones vacíos)
 
El ejercicio comienza al término de una espiración completa, después que una contracción del cinturón abdominal haya expulsado los últimos restos de aire.
Esta contracción se acompaña de Mula Bhanda, la contracción del ano.
Marque un tiempo de detención con los pulmones vacíos- bastan algunos segundos- para concentrarse antes de comenzar el Prana Mudra. Mientras no haya comenzado la inspiración, las manos permanecen inmóviles en el regazo, las palmas hacia arriba, los dedos algo replegados.
Ya estamos listos para el segundo tiempo de ejecución.

SEGUNDO TIEMPO DE EJECUCIÓN (Comienzo de la inspiración)
Frase diafragmática:

Aflojar un poco la contracción de la cintura abdominal y aflojar Mula Bhanda. La inspiración se pone en marcha suavemente; mientras el aire entra tranquilamente por ambas ventanillas, el descenso del diafragma produce una ligera presión en el bajo vientre, las manos abandonan el regazo, los codos se alejan del cuerpo y los dedos separados apuntan derecho hacia el abdomen como si irradiasen de allí. A medida que se amplifica la fase abdominal de la inspiración, las manos suben a lo largo y por delante del vientre; acompañan la ascensión de la presión intraabdominal.

TERCER TIEMPO DE EJECUCIÓN
Fase costal:

Cuando termina la fase abdominal, las manos, cuyos dedos separados siempre permanecen apuntados hacia el vientre, se encuentran al nivel del estómago, a la altura del plexo solar, frente a Manipura Chakra. La inspiración prosigue con la extensión del tórax y la separación de las costillas. En tanto que los pulmones se van llenando hacia arriba, las manos prosiguen su lenta ascensión y los codos se alejan del tronco: así el tórax se abre armoniosamente. Los dedos, en lugar de estar apuntando hacia el cuerpo, se desplazan ahora paralelamente al tórax, frente al pecho. Suben hasta el término de la fase torácica. En este momento las manos están a nivel de la clavícula, los codos ampliamente apartados del cuerpo, los brazos paralelos al suelo.

CUARTO TIEMPO DE EJECUCIÓN
Fase clavicular:

El diafragma ha descendido, el tórax se ha hinchado, pero aún es posible inspirar un poco más de aire elevando la caja torácica bajo las clavículas.
Mientras llega así a su término la respiración completa, las manos pasan frente a la garganta y al rostro, y se apartan del cuerpo hasta que los brazos estén completamente abiertos; las palmas están orientadas hacia arriba y al frente, como para captar los rayos del Sol naciente.
En la posición final, los brazos prolongan los hombros y quedan paralelos al suelo. Los músculos están distendidos, los pulmones completamente llenos.

QUINTO TIEMPO DE EJECUCIÓN (Retención con los pulmones llenos)

El adepto se inmoviliza en esta actitud receptiva y retiene el aliento todo el tiempo que pueda hacerlo confortablemente. Esta fase es capital y volveremos sobre ella cuando hablemos de la concentración.
Por cierto que durante esta retención el adepto respetará todos los consejos que se le han prodigado anteriormente: comodidad, soltura, progresividad.

SEXTO TIEMPO ( espiración)

Cuando la retención deje de ser confortable, y sin esperar sentirse incómodo, el adepto INSPIRA algunos centímetros cúbicos de aire puro, después deja que se ponga en marcha la espiración, EN EL ORDEN INVERSO al de la inspiración (al revés de la respiración yóguica completa). Primero se vacía la región superior de los pulmones, lo que se ve facilitado por el acercamiento de los codos que acompañan el comienzo de la espiración. Después el tórax se hunde normalmente y el vientre se aplasta. Durante la espiración, las manos descienden progresivamente. Al término de la espiración, descansan en el regazo, en tanto que la contracción abdominal final expulsa los últimos restos de aire... se hace Mula Bhanda, y luego se reinicia todo el proceso.

CONCENTRACIÓN

Durante la inspiración

-Fase abdominal:

concentrarse en todas las partes del abdomen a medida que los dedos pasan frente a ellas. Imaginarse que una corriente pránica abandona los dedos por sus puntas, irradia así sobre todos los órganos y los llena de conciencia y vitalidad. Concentrarse muy especialmente cuando las manos pasan frente al plexo solar, pero sin marcar un tiempo de detención;

-Fase costal:

mientras las manos se desplazan al tórax, imaginarse el aire que penetra en los pulmones y los hincha;

-Fase clavicular:

concentrarse en el calor de las manos cuando pasan frente a la garganta y al rostro: irradiar con prana el cuello y los ojos.

-retención:

La fase capital de Prana Mudra se sitúa durante la retención del aliento, cuando los brazos están abiertos y las palmas dirigidas hacia el Sol naciente (imaginario o real, poco importa). Se basa en la concepción yoga de la interacción del cuerpo y la mente.

Mientras el adepto escucha el eco psíquico de la Mudra, el aliento retenido, los ojos cerrados, se imagina el Sol naciente, se impregna de su irradiación, deja que lo impregne la vitalidad del cosmos. No hay que << intelectualizar>> el ejercicio; la actitud mental debe surgir sola. Una tranquilidad maravillosa inunda entonces la mente y el cuerpo.

El mentón apunta hacia arriba, se orienta hacia el Sol (real o imaginario). Los músculos del cuello y de la nuca permanecen distendidos, como también los de los brazos (en la medida de lo posible) y antebrazos. Ninguna rigidez en la muñeca ni en los dedos. El “clima psíquico”, que se manifiesta a veces desde la primera retención, se intensifica en cada repetición. Por esta razón Prana Mudra debe efectuarse al menos cinco veces seguidas.

CONCENTRACIÓN DURANTE LA ESPIRACIÓN

Durante la espiración, concentrarse en la evacuación completa y lenta de los pulmones; pensar en todas las partes del cuerpo frente a las que pasan la manos.
 

<<OM>>

El ejercicio se acompaña de Pranava, es decir del OM silencioso. Durante la inspiración, el adepto escucha vibrar en él un largo O...M... Durante la retención puede o bien guardar el silencio interior absoluto (por lo tanto, sin OM) y no admitir ninguna otra representación sino el Sol para crear la disponibilidad integral del psiquismo, o bien pronunciar interiormente: SHANTI, SHANTI, SHANTIHI5.

Durante la espiración, escuchar el OM interior. Al comienzo, es decir, durante el aprendizaje del ejercicio, sin duda le será imposible al adepto ejecutar al mismo tiempo el movimiento, concentrarse en las diferentes partes del cuerpo, y además escuchar el OM... Con la práctica, esto se hace posible sin dificultad. Ante todo, hay que asimilar correctamente el gesto exterior, que debe <<deslizarse>> sin rigidez ni tirones, y continuar con gracia. Al comienzo es útil practicar frente a un espejo para controlar el movimiento y asegurarse que posee gracia: es muy importante. Un gesto torpe repercute en la actividad mental. Las diversas fases del ejercicio deben ligarse. Cuando se haya asimilado el gesto, concentrarse en las diversas partes del cuerpo e imaginarse la irradiación del prana de los dedos. Agregar el OM en último lugar.

EFECTOS BENÉFICOS

Para juzgar acerca de la eficacia de este ejercicio, basta con efectuarlo algunas veces, luego hacer inmediatamente después una respiración ordinaria, inmóvil (sin mover los brazos, por consiguiente), dejando las manos en el regazo. Inmediatamente podrá percibirse cuánto más armoniosa, profunda y feliz se ha vuelto la respiración en Prana Mudra. La toma de conciencia del acto respiratorio es más fácil, la mente se absorbe mejor. Durante la retención se manifiesta un sentimiento de paz, de serenidad. Comprenderá que este ejercicio debe practicarse en secreto, porque la presencia de un testigo lo coartaría. En efecto, especialmente durante la última fase, el rostro relajado traduce la emoción interior y participa de esta serenidad.

A fortiori, es impensable practicar en público. Los no iniciados encontrarían ridículas tales artimañas, cuyo significado se les escaparía. Por cierto que los Sabios han prescrito muy conscientemente que este ejercicio se practique en secreto. No le hable de él a nadie, no lo confíe a ningún otro adepto, ni siquiera a su cónyuge, so pena de perder parte de su eficacia. La única práctica pública autorizada es la destinada al aprendizaje, por ejemplo en un curso. Incluso en este caso, el adepto observará inmediatamente que una práctica en común no permite realizar el ejercicio con toda la intensidad emocional requerida. Tan sólo un verdadero Maestro, mediante su presencia, podría liberar el contenido emocional de Prana Mudra delante de varios discípulos a la vez.
 
Fuente: Pranayama, Andre van Lysebeth

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