Se trata del manual mas imporante escrito sobre hathayoga. Si autor el Yogui Svatmarama vivió a mediados del siglo XIX d.C. Esta obra persigue la integración entre las disciplinas físicas y las prácticas espirituales más elevadas del rajayoga.
El Hatha yoga Pradipika esta dividido en cuantro capítulos, con un total de 389 sloka (aunque este número puede oscilar de una versión a otra). Algunos manuscritos incluyen un quinto capítulo con 24 sola más, pero este suplemento pertenece claramanete a un período posterior.
Svatmarama no sistematiza el camino del yoga pero proporciona muchas definiciones fundamentales sobre técnicas esenciales. Se describen hasta dieciséis asanas, muchas de ellas variaciones de la posutra de sentado con las piernas cruzadas. Para quienes padecen de desórdenes en los humores corporales (dosha) se prescriben los "seis-actos" (Shatkarmas). Estas técnicas purificatorias se debe practicar antes que las técnicas de control respiratorio. Svatmarama diferencia ocho tipo de control de la respiración, que denomina "retenciones" (KKumbhaka). Se afirma que tales "retenciones" despiertan el "poder serpentino" (Kundalinishakti).
Este proceso esotérico se complementa con los dies "sellos" (mudra), que incluyen los tres "bloqueos" (bandha): en la garganta, el estómago y el ano. El texto también contiene descripción sobre las técnicas tántricas vajrolimudra, sabajolimudra y anarolimudra.
Una característica importante en la enseñanza de Svatmarama es el "culto a través del sonido" (nadaupasana), por medio del cual se alcanza la condición de "disolución" (laya) mental.
Capítulo Primero –
Âsana
Saludo y presentación.
1.1. Saludo a Shiva, el
primer Señor del Yoga que enseñó el hathavidya a (su esposa)
Parvati el cual, como una escalera, conduce hacia el rajayoga.
1.2. El yogui Svatmarama,
después de saludar solemnemente a su maestro, establece desde el
principio
que el hathavidya es
solamente un medio para la realización del rajayoga.
1.3. Para quienes vagan
en la oscuridad de las diferentes doctrinas en conflicto, incapaces
de seguir el rajayoga, el compasivo Svatmarama ofrece la luz del
hathavidya.
1.4. Svatmarama aprendió
el hathavidya de los maestros Goraksha y Matsyendra.
1.5—9. Shiva,
Matsyendra, Shabara, Anandabhairava, Chaurangi, Mina, Goraksha,
Virupaksa, Bilesaya, Manthana, Bhairava, Siddhi, Buddha, Kanthadi,
Korantaka, Surananda, Siddhapada, Carpati, Kaneri, Pujyapada,
Nityanatha, Niranjana, Kapali, Vindunatha, Kaka, Chandisvara, Allama,
Prabhudeva, Groda, Choli, Tintini, Bhanuki, Naradeva, Khanda,
Kapalika y otros mahasiddhas, habiendo conquistado el tiempo por
medio del hathayoga, exiten aún en el universo.
1.10. El hathayoga es un
refugio para quienes padecen de los tres tipos de dolor. Para todos
los que se dedican al yoga, el hathayoga es la base que soporta su
práctica.
1.11. El yogui que desee
el éxito debe mantener el hathayoga en riguroso secreto, pues sólo
así es efectivo. Cuando se divulga indiscriminadamente pierde todo
su poder.
Lugar para la
práctica.
1.12. Se debe practicar
hathayoga en una pequeña y solitaria ermita (matha), libre de
piedras, agua y fuego, en una región donde impere la justicia, la
paz y la prosperidad.
1.13. La matha debe tener
una pequeña puerta y carecer de ventanas. El piso ha de estar
nivelado y sin hoyos, sin ser demasiado alto ni demasiado bajo, y ha
de conservarse muy limpio (cubierto de estiercol de vaca) y libre de
insectos. El exterior debe ser agradable, con una entrada (mandapa),
una plataforma elevada y un pozo de agua. El conjunto ha de estar
rodeado por un muro. Estas son las características
de la ermita descritas
por los siddha del hathayoga.
1.14. En tal lugar el
yogui, libre de toda preocupación, se dedicará únicamente a la
práctica del yoga siguiendo las instrucciones de su guru.
Requisitos para la
práctica.
1.15. El yogui fracasa
por exceso de comida, agotamiento físico, charlatanería, ascetismo
exagerado, compañía inadecuada e inquietud.
1.16. El éxito en el
yoga depende del esfuerzo, la valiente determinación, la audacia, el
conocimiento discriminativo, la perseverancia, la fe (en las
enseñanzas del guru) y el alejamiento de toda compañía
(superflua).
Actitudes previas.
Las diez yama son:
ahimsâ, satya, asteya, brahmacarya, paciencia, fortaleza de
espíritu, compasión, honestidad, moderación en la dieta y shauca.
Las diez niyama son:
tapas, shantosha,
espíritu religioso, caridad, îshvarapranidhana, svadhyaya,
sencillez, inteligencia, japa
y yatna.
Posturas.
1.17. En primer lugar se
exponen las âsana, pues constituyen el primer paso del hathayoga.
Las âsana se practican para lograr una postura estable, salud y
flexibilidad.
1.18. A continuación se
muestran algunas de las âsana adoptadas por sabios como Vasistha y
por yoguis como Matsyendra.
Posturas generales.
1.19.
Svastikâsana:sentarse en el suelo con el cuerpo erguido y las
piernas dobladas colocando la planta de cada pie entre la pantorrilla
y el muslo (de la pierna contraria).
1.20. Gomukhâsana: el
pie derecho se coloca junto a la nalga izquierda y el pie izquierdo
junto a la nalga derecha. Esta postura se parece a la boca de una
vaca.
1.21. Virâsana: un pie
se coloca encima del muslo contrario y el otro pie debajo (del otro
muslo).
1.22. Kurmâsana:
sentarse de forma equilibrada con los tobillos cruzados debajo del
ano.
1.23. Kukkutâsana: en
padmâsana, se introducen las manos entre los muslos y las
pantorrillas; se apoyan firmemente en el suelo y se levanta el
cuerpo.
1.24. Uttanakurmâsana:
adoptando kukkutâsana (sin elevación del cuerpo), se agarra la nuca
con los dedos de las manos entrelazados y se permanece así, como una
tortuga boca arriba (con la espalda en el suelo).
1.25. Dhanurâsana:
sujetando los dedos gordos de los pies con ambas manos, mantener una
pierna estirada mientras se acerca la otra a la oreja, como si el
cuerpo fuera un arco.
1.26. Matsyendrâsana: se
coloca el pie derecho en la raíz del muslo izquierdo y el pie
izquierdo junto a la parte exterior de la rodilla derecha; se agarra
el pie izquierdo con la mano derecha y el derecho con la mano
izquierda (pasando los brazos por detrás de la espalda); se
permanece con el cuerpo girado todo lo que se pueda hacia la
izquierda.
1.27. Esta postura
incrementa el apetito estimulando el fuego gástrico (pitta); es un
remedio contra las enfermedades mas mortíferas. Con su práctica
regular se despierta kundalini y se detiene el néctar que se derrama
desde la luna.
1.28. Paschimottanâsana:
permanecer con las dos piernas extendidas en el suelo sujetando los
dedos de los pies con las manos y apoyando la cabeza sobre las
rodillas.
1.29. Esta excelente
âsana hace que el prâna fluya a través de sushumna, estimula el
fuego gástrico (pitta), flexibiliza la espalda y elimina todas las
dolencias que afectan a las personas.
1.30. Mayurâsana: se
colocan las manos firmemente en el suelo y se eleva el cuerpo en el
aire apoyando el vientre sobre los codos; el cuerpo se mantiene recto
como un palo.
1.31. Esta âsana cura
diversas enfermedades como gulma, udara y otras dolencias
abdominales; elimina los desórdenes causados por el desequilibrio
entre vata, pitta y kapha; facilita las digestiones pesadas y hace
digerible incluso a kalakuta.
1.32. Savâsana:
permanecer tendido en el suelo boca arriba como un muerto; esta âsana
elimina el cansancio ocasionado por otras âsana y proporciona
descanso a la mente.
Posturas de
meditación.
1.33. Shiva enseñó 84
âsana; se describen ahora las cuatro más importantes: siddhâsana,
la padmâsana, simhâsana y bhadrâsana.
Siddhâsana.
1.34. La más confortable
de las cuatro, siddhâsana, debe practicarse siempre.
1.35. Siddhâsana: se
aprieta con firmeza el talón izquierdo contra el perineo y se coloca
el derecho justo encima del órgano sexual (a la altura del pubis),
sujetando el pene entre los dos pies (en la versión femenina, el
talón mas bajo debe colocarse contra los labios mayores de la
vagina); se mantiene la barbilla contra el pecho y se permanece
sentado en posición erguida, con los sentidos controlados y la
mirada fija entre las
cejas. Siddhâsana permite atravesar la puerta que conduce a la
perfección.
1.36. Siddhâsana se
realiza también colocando el talón izquierdo por encima del medhra
o del yoni, y el talón derecho por encima de éste.
1.37. Algunos llaman a
esta variación siddhâsana; otros la conocen como vajrâsana,
muktâsana o guptâsana.
1.38. Igual que entre los
yama y niyama las prácticas mas importantes son la moderación en la
dieta y ahimsâ, los siddha saben que la más importante de las âsana
es siddhâsana.
1.39. Entre las 84 âsana,
se ha de practicar siempre siddhâsana, pues purifica los 72.000
nâdi.
1.40. El yogui que,
practicando siddhâsana durante doce años, medita sobre su auténtica
esencia (âtman) y come con moderación, logra el éxito (siddhi) en
el yoga.
1.41. Si se domina
siddhâsana y se logra contener prâna con la práctica de
kevalakumbhaka, no son precisas las demás âsana.
1.42. Cuando se ha
perfeccionado siddhâsana, se puede gozar del éxtasis proporcionado
por el estado meditativo unmani-âvasthâ que surge por sí solo; los
tres bandha aparecen de forma natural, sin esfuerzo.
1.43. No hay âsana como
siddhâsana, ni kumbhaka como kevala, ni mudra como khechari, ni laya
como nada.
Padmâsana.
1.44. Padmâsana: se
coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo
sobre el muslo derecho; se cruzan los brazos por la espalda y se
cogen los dedos gordos de ambos pies, el del derecho con la mano
derecha y el del iquierdo con la mano izquierda; se aprieta la
barbilla contra el pecho y se fija la mirada en la punta de la nariz.
Padmâsana cura las enfermedades del yogui.
1.45—46. Colocar los
pies sobre los muslos contrarios y las manos en el regazo con las
palmas hacia arriba, una encima de la otra; fijar la mirada en la
punta de la nariz y tocar con la lengua la raíz de los incisivos
superiores; apretar la barbilla contra el pecho y elevar apana con
suavidad mediante la contracción del ano (mûlabandha).
1.47. Ésta es (otra
variación de) padmâsana, destructora de todas las enfermedades
(únicamente) en personas de gran percepción.
1.48. Adoptar padmâsana
con una mano sobre otra (en el regazo) y la barbilla firmemente
apretada contra el pecho, meditar sobre brahma, contrayendo
frecuentemente el músculo del ano para hacer subir apana.
Análogamente, llevar prâna hacia abajo (contrayendo la garganta).
De esta forma, se despierta kundalini y se logra el conocimiento
supremo.
1.49. Sin duda alguna,
cuando el yogui se sienta en padmâsana y controla el prâna
inspirado a través de los nâdi, alcanza la liberación.
Simhâsana.
1.50. Simhâsana: colocar
los talones (con los pies cruzados) bajo el sexo, con el derecho
tocando el lado izquierdo del perineo y el izquierdo tocando el lado
derecho.
1.51. Colocar las palmas
de las manos con los dedos extendidos sobre las rodillas; con la boca
abierta, concentrar la mirada en la punta de la nariz.
1.52. Simhâsana es muy
apreciada por los mejores yoguis. Esta excelente âsana facilita los
tres bandha (mûlabandha, jalandharabandha y uddiyanabandha).
Bhadrâsana.
1.53. Bhadrâsana:
colocar los tobillos bajo el sexo a ambos lados del perineo, el
derecho a la derecha y el izquierdo a la izquierda (con las plantas
de los pies unidas).
1.54. Mantener los pies
firmemente unidos con las manos y permanecer inmóvil. Bhadrâsana
cura todas las enfermedades.
1.55. Esta âsana se
denomina gorakshâsana por los yoguis avanzados (siddha) y el
cansancio desaparece sentándose en esta ella.
Conclusión.
1.56. Después de las
âsana y las bandha, continúa la secuencia en la práctica del
hathayoga con las distintas variaciones de kumbhaka, los mudra y la
concentración en el sonido interior (nada).
Dieta moderada.
1.57. Con toda seguridad,
el brahmacarin que observe una dieta moderada y practique el
hathayoga renunciando a los frutos de sus acciones, se convertirá en
un siddha en el plazo de un año.
1.58. Seguir una dieta
moderada quiere decir alimentarse con comida agradable y dulce
dejando siempre libre una cuarta parte del estómago y dedicando el
acto de comer a Shiva.
Dieta a evitar.
1.59. No se consideran
adecuados para el yogui los alimentos amargos, agrios, picantes,
salados o muy calientes; los vegetales verdes (distintos de los
recomendados), las legumbres fermentadas, el aceite de semillas, el
sésamo, la mostaza, las bebidas alcohólicas, el pescado, la carne,
el requesón, el suero de la mantequilla, los granos de tipo chhaasa,
la azufaifa, las tortas de aceie, la asafétida y el ajo.
1.60. También debe
evitarse la comida recalentada, los alimentos secos, demasiado
salados o ácidos, y los alimentos con mucha mezcla de vegetales
(difíciles de digerir).
Hábitos.
1.61. Al principio, deben
evitarse el fuego, las relaciones sexuales y los viajes. Goraksha
enseña que “al principio, el yogui ha de evitar las compañías
inadecuadas, el calentarse junto al fuego, las relaciones sexuales,
los viajes largos, los baños fríos por la mañana temprano, el
ayuno y el esfuerzo físico exagerado”.
Dieta recomendada.
1.62. Los siguientes
alimentos son recomendados para el yogui: trigo, arroz, centeno,
shashtika, productos hechos de cereales, leche, ghê, azúcar moreno,
miel, jengibres eco, pepinos, patolaka, las cinco legumbres (jivanti,
vastumulya, aksi, meghanada y punarnava), mung y agua pura.
1.63. El yogui debe tomar
alimentos nutritivos y dulces, mezclados con leche y ghê, que
aumenten los dhatu y sean agradables.
Conclusiones.
1.64. Cualquier persona
que practique activamente yoga, ya sea joven o vieja, o incluso muy
vieja, enfermiza y débil, puede convertirse en un siddha.
1.65. Cualquiera que
practique puede lograr el éxito (siddhi), a menos que sea perezoso.
No se logra triunfar en el yoga simplemente leyendo libros
(shastras).
1.66. Tampoco se logra
siddhi vistiendo de una forma determinada o conversando sobre yoga:
sólo se triunfa a través de la práctica incansable. Sin duda, este
es el secreto del éxito.
1.67. Mientras no se
logre el triunfo en el rajayoga han de practicarse las diversas
âsana, kumbhaka y mudra del hathayoga.
Listado de capítulos:
- Capítulo primero: Asana.
- Capítulo segundo: Pranayama.
- Capítulo tercero: Mudra.
- Capítulo cuarto: Samadhi.
Fuente: http://www.yoga-darshana.com
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